Escondida tras de mi te has quedado.
Me sigues y persigues adonde voy.
En cada rincón de la ciudad esta tu recuerdo.
ni una ni otra pueden ignorarte.
Estas allí,
viéndome pasar sin hablarme
escondida tras cada día que pasa
al final de la montaña, y bajo el río
donde jugamos tirando pequeñas
piedras al agua.
Trás del árbol,
tras las piedras del rio,
tras el agua de la bahía,
y en todos los sitios que nos
metimos, te veo escondida.
Pero no puedes esconderte de mi,
ni de mis recuerdos.
Roberto Rodríguez
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