martes, 27 de marzo de 2012

CELEBRACIÓN EN HOY (Por los 120 años del nacimiento de César Vallejo) - Julia del Prado


Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos
Pura yema infantil innumerable, madre.
Poema XXIII, Trilce, 1922.

Oh Madre, mujer de lumbre, de acero
un día de enero decidiste traerme a esta luz, a este mundo
para que aprendiera su sonoro sin retorno, y me diste la dicha
y la tristeza de conocerlo, de sumarlo, de aprenderlo, 
en tu cuenco de madera renacido.

Tahona estuosa de aquellos mis berrinches, madre
los tomaste en tu regazo en un abril de otoño
los colocaste suave en un papel dorado
y rogaste a ese Dios tan nuestro para que se hicieran humo.

Tahona estuosa, pusiste en mi alcoba
bajo mi almohada sueños infinitos, de todas partes, madre.
Sueños que en hoy están con frecuencia frente a mí
Y tu con esa finura en elegancia y esa yunta poderosa
no me deja, me alienta y así no sucumbo ante líneas
de este mundo, de este cóndor, de esta tierra en desayuno. 

Madre, vigila mis pasos, para no morir todavía en hoy
con tu tierno dulce de pan, con esa garúa de leche
intermitente que sane afectos, que de equilibrio en hermosura, 
Tahona estuosa. 

Julia del Prado (Perú)
Lima, 20 de marzo del 2011.

1 comentario:

  1. Un poema precioso Julia, recordando a la madre que tanto bueno nos deja, me ha encantado. Un abrazo.
    Inés

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